lunes, 21 de julio de 2008

" Tinieblas"



Todo parecía demasiado macabro esa noche.
Nos habíamos aventurado hacia lo alto de la montaña, en un respirar frío que no parecía querer ser cómplice de nuestra presencia en esa oscuridad.
El paso apresurado, las manos temblorosas y las miradas cansadas eran protagonistas de una jornada que no había presentado promesas ilusorias. Las distancias se acrecentaban y las sombras parecían reinar en el artificio de su juego.
Habíamos comenzado a escalar esas montañas hacia ya varias horas, deteniéndonos en los refugios solo a descansar nuestros cansados huesos, a suspirar nuestros desánimos, a recobrar el aliento. Cada hora adentrada en la noche era mas profunda.
El viento soplaba descomunalmente, y la lluvia incesante caía sobre nuestros cuerpos hasta el punto de provocar dolor.
Los pasos, por si acaso despacio, intentaban afianzar el rumbo, buscar certezas.
De repente lo inesperado, lo indeseado… la oscuridad inminente, pisadas en falso, caída, dolor.
-¿Qué pasó?-, intenté preguntarme con las pocas fuerzas que sentí que quedaban en mi cuerpo, ansiando entender lo incomprensible.
-¿Qué me sucedió?-, me repetí una y otra vez, tratando de mover inútilmente mi cuerpo.
-¿Y si no muriese? ¿Y si quedara por siempre atrapada en ese instante de sufrimiento? Sin nadie que me busque, sin nadie que me encuentre.
De repente comprendí que ya era demasiado tarde, la noche había entrado y desplegado sus tinieblas, pero no era la misma noche. Ya no…
Tan sólo era un último suspiro.

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